¿Que es la trazabilidad
en impermeabilización?
La trazabilidad en impermeabilización es la capacidad de identificar y
registrar el
origen, las características, el proceso de instalación y el control de cada componente del
sistema de impermeabilización utilizado en una obra.
Va mucho más allá de entregar una ficha técnica. Implica contar con un registro
completo y
verificable que permita responder, en cualquier momento del ciclo de vida del
edificio, a
preguntas como:
¿Por qué es fundamental?
Contar con trazabilidad evita desviaciones entre lo especificado y lo instalado. Es común que, en terreno, por falta de control o decisiones improvisadas, se utilicen productos diferentes a los diseñados originalmente. Esto afecta el rendimiento y la compatibilidad de los sistemas. La trazabilidad asegura que lo que se pensó técnicamente es lo que se concreta.
Una impermeabilización mal ejecutada, o con productos no compatibles entre sí, puede fallar en corto tiempo. La trazabilidad permite verificar que cada componente cumpla con las normas, resistencias y compatibilidades necesarias para alcanzar una vida útil prolongada.
Cuando años después ocurre una filtración o daño, la trazabilidad permite saber exactamente qué producto fue instalado, dónde y cómo. Esto facilita la reparación, la evaluación técnica y reduce costos y tiempos en la búsqueda de soluciones.
Arquitectos, jefes de obra, inspecciones técnicas o proyectistas son muchas veces cuestionados cuando ocurre una falla. La trazabilidad documentada protege su trabajo, permitiendo demostrar que las decisiones se tomaron con rigurosidad técnica.
Cada vez más proyectos, sobre todo públicos, institucionales o sustentables (LEED, CES, EDGE), exigen documentación técnica del proceso completo. La trazabilidad es un requisito clave para cumplir con estos estándares y acceder a certificaciones.
¿Cómo se implementa un sistema de trazabilidad eficaz en impermeabilización?
Un modelo eficaz comienza desde el ingreso de los productos a obra, registrando sus características, lotes y certificaciones. Luego, durante la instalación, se documenta cada zona aplicada, las condiciones en las que se trabajó y se respalda todo con cartillas de control. Cada etapa debe contar con validación técnica y terminar con un dossier final que reúna toda la información del proceso.
En resumen, la trazabilidad es la herramienta que garantiza transparencia, responsabilidad y calidad en cada etapa del proceso. Implementarla no solo mejora la ejecución, sino que construye confianza entre los actores del proyecto: desde el proyectista hasta el cliente final.
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